A raíz del reportaje en televisión sobre el matrimonio que
trajo a tres hermanos haitianos bajo custodia, pero sin ser adoptados, que
viven como si fueran legítimos hijos de la familia, ha surgido la polémica
sobre el respeto a las normas internacionales, al bien superior de los niños y a
sus derechos fundamentales.
No resulta fácil dirimir cuál es el bien superior y qué
representa lo mejor para un niño. Diversos valores involucrados relativizan una
definición tajante y no se logra consenso al momento de priorizar entre valores
en conflicto.
Dos miradas opuestas abrieron el debate. Reportajes
24, de TVN, muestra al matrimonio Errickson Jiménez que lucha por la
custodia de tres niños haitianos con el consentimiento de la progenitora, con
el deseo de darles mejores condiciones materiales y afectivas, y con quienes
formar una familia. Los argumentos parecen sustentarse en el beneficio de
evitar condiciones de extrema pobreza y de internación (sea en el país de
origen o en Chile), cuyas condiciones precarias y los riesgos involucrados para
los niños conocemos de sobra en nuestro país. Los niños reconocen al matrimonio
como sus padres, utilizan sus apellidos y son conocidos por nombres diferentes
a los de su origen.
La otra mirada la aporta eldesconcierto.cl,
que critica la pérdida de identidad a que estos niños se ven expuestos y duda
de las intenciones de fondo del matrimonio, quienes crearon una fundación
solidaria en apoyo a Haití, que les hace recordar a otras que han desarrollado
actividades lucrativas en torno a la infancia pobre, vulnerando derechos
humanos fundamentales de los niños y sus familias, en un marco de impunidad
propiciado por las desigualdades sociales y condiciones asimétricas de acceso a
la justicia, negándoles la posibilidad de crianza a quienes, en particular en
estos contextos de crisis, son los más desprovistos de justicia, e involucrando
con ello el ejercicio de violencia de género contra mujeres que son madres,
pobres y adolescentes.
Los hechos han llevado a que el Ministerio Público abra una investigación
por tráfico de inmigrantes, mientras que el Tribunal de Familia podría enviar a
los niños al Sename, institución que también podría hacerse presente en la
investigación por la irregularidad de traer a los niños sin ser adoptados.
La discusión está abierta y les invitamos a debatir ideas que
nos ayuden a abrir el diálogo y fortalecer el respeto en la diversidad. Es un
tema que no deja indiferente y del que todos tenemos algo que decir.
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URL Abreviada: https://goo.gl/HiRZY3
Difícil el tema, como madre adoptiva entiendo la necesidad de satisfacer o lograr ese sueño, creo que lo mejor es seguir la vía legal para evitar mayores problemas o dolores a niños y adultos.
ResponderEliminartambién se debería revisar o estudiar la ley de adopciones de niños extranjeros para agilizarla y hacerla más transparente.