lunes, 4 de septiembre de 2017

6 mitos que DESAFÍAN la idea sobre ADOPTAR a niños “mayores”


Es falso que los niños tengan problemas de salud o de comportamiento

En todos los países del mundo hay cientos de niños que esperan a una familia que desee adoptarlos. Desgraciadamente, existen muchos mitos en torno al proceso de adopción que impiden que el número de padres candidatos aumente, sobre todo cuando se trata de niños mayores.

Esos pequeños y adolescentes que se encuentran por lo general en albergues infantiles o casas de acogida, están ahí no por ser delincuentes o simplemente no tener un lugar donde quedarse sino porque han vivido situaciones familiares difíciles. Quizá eran maltratados, hijos de padres adictos, o sufrieron de abandono, y lo que más necesitan es un hogar permanente donde se les brinde ayuda y cariño.

Expertos en procesos de adopción, así como familias que han optado por adoptar a un niño mayor en lugar de un bebé, han explicado 6 mitos sobre el tema.

1. Cuando adoptas una vez, querrán que adoptes una segunda

No debe existir temor de perder a un hijo adoptivoHay quien dice, sin prueba alguna, que si decides adoptar a un niño o niña el sistema te insistirá hasta que adoptes a otro. Rita Soronen, directora y presidenta de la Fundación Dave Thomas para Adopción explica que, por el contrario, la mayoría de las agencias extreman las medidas de precaución y evitan abrumar a los nuevos padres adoptivos o colocar a los niños en hogares donde no recibirán la atención que necesitan.

Por su parte, Gianna Dahlia, directora ejecutiva de Together We Rise, asegura que esa decisión es únicamente de los padres adoptivos, en términos de lo que son capaces de manejar. 

La única excepción es en el caso de hermanos, a los que sí se busca, en lo posible, mantener juntos.

2. Todos los niños de albergues tienen problemas de salud o de comportamiento que dificultan su crianza

Sólo una tercera parte de los niños en hogares de adopción tiene algún tipo de incapacidad, de acuerdo con la organización Children’s Rights.

Muchos niños se clasifican como con ‘necesidades especiales’, pero no por las razones que se pudiera uno imaginar: el término sólo se refiere a que es más difícil que el niño pueda encontrar un hogar por ser más grande de edad o miembro de un grupo de hermanos.

3. Es más caro que adoptar en el extranjero

“La gente cree que, porque es caro adoptar internacionalmente o a través de una agencia privada, adoptar de un albergue o casa de acogida será igualmente caro, pero no es así —informa Rita Soronen—. Prácticamente no cuesta nada”. De hecho, el costo promedio de una adopción en los Estados Unidos es de menos de 2 mil 500 dólares, y el Estado cubre otro tanto. Las familias pueden, incluso, recibir ayuda financiera para la educación de su hijo adoptivo. [Esto, desde luego, varía según el país, pero estamos hablando de casas apoyadas con recursos de Gobierno]

4. No vale el riesgo de tener que decir adiós

Como con cualquier forma de adopción —o cualquier método para convertirse en padres—, no existen garantías. Algunos se preocupan por el costo emocional de criar un hijo adoptivo y poder perderlo frente a algún pariente meses o años más tarde.

Kristina, madre adoptiva de Jasper, reconoce que durante un tiempo se sintió como si debiera proteger su corazón, por si acaso. En realidad, dice, “una vez que un niño es adoptado, es como si hubiera nacido de ti”.

“La recompensa es por mucho, mayor que el riesgo”, agrega Dan, también padre adoptivo de un niño.

5. Tienes que relacionarte con los padres biológicos o sus familiares

“Ninguna familia adoptiva tiene que relacionarse con la familia biológica —explica Sorensen—. Una vez que te conviertes en su familia adoptiva, tú tomas las decisiones legales por tu hijo”. Ella recomienda estar en contacto con la familia biológica, pero insiste en que cada situación es diferente.

Efectivamente, es una decisión de los padres adoptivos, y muchas veces, de su hijo o hija que decide estar o no en contacto con los miembros de su familia de origen.

6. Si adoptas a alguien mayor en lugar de un bebé, nunca se siente como ‘tuyo’

“Eso es totalmente equivocado. No existe ninguna razón para pensar que adoptar un niño mayor o un adolescente (ya sea que tenga nueve o dieciséis años) no vale la pena”, argumenta Sorensen.
Está, por ejemplo, el caso de Breanna Shaw, de 17 años, a quien adoptaron Diana y Fred Shaw. Ella recuerda lo ansiosa que estaba por la adopción después de vivir en diferentes casas-hogar. “Sabía que ellos me amaban y, sin embargo, siempre está esa vocecita que te dice: ¿Me amarán lo suficiente?” Por su parte, los Shaw se preguntaban: “¿Seremos suficiente para ella? ¿Podremos ser capaces de ayudarla a sanar?” Breanna ha dicho a Today que actualmente se siente en casa. “Por completo”.“La recompensa es por mucho, mayor que el riesgo”, agrega Dan, también padre adoptivo de un niño.
fuente: www.okchicas.com
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1 comentario:

  1. Hace tres años adopté a mi hija,(soy soltera y formamos esta familia de dos) ella tenía 10 años en ese momento. Me enfrenté a muchos de esos mitos, inclusive de profesionales del área de la infancia. Sin embargo mi experiencia ha sido hermosa. Somos una familia, nos conocimos, nos vinculamos y nos amamos. Los primeros meses no fueron fáciles, pero logramos integrarnos. Tampoco fue fácil para ella, adaptarse a un mundo diferente, después de haber vivido en una residencia para menores durante 6 años. Hoy es una niña feliz, entusiasta, creativa, le va bien en el colegio y tiene muchos amigos. Creo que los prejuicios pueden interferir en la vinculación. Finalmente el apego, el amor, es lo que nos ha permitido ser una familia, madre e hija.

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