El riesgo ignorado
Harriet White
McCarthy
La Depresión Postparto se reconoce desde hace tiempo como un
aspecto a contemplar dentro de un embarazo normal, y se habla abiertamente de
la misma, siendo comprendida tanto por la comunidad médica como por el público
en general. Se calcula que entre un 50 a un 80% de las madres que dan a luz
pueden sufrirla en un grado suave, mientras que un 10% sufren de depresión
postparto severa, de mayor duración y síntomas más grandes. La causa de ambas
se atribuye a los cambios hormonales, y familiares y médicos están alerta para
poder descubrir los síntomas y apoyar a las madres.
La actitud general ante la Depresión Postparto difiere mucho
del silencio y secretismo que rodea a un problema más sibilino: el
Síndrome de Depresión Post Adopción (DPA), término acuñado por June Bond
en un artículo publicado en 1995.
En los
casos de adopción internacional, se suma la complicación añadida de que rara
vez los niños son recién nacidos y tienen a sus espaldas un historial de
institucionalización o de abandono. A menudo, han de adaptarse no sólo a su
familia, sino a otro idioma y otra cultura, lo que da una dimensión extra a la
posibilidad de que su madre sufra de DPA.
Posibles causas
Los pocos
estudios que se han realizado al respecto demuestran que el porcentaje de
padres que lo sufren es muy alto. ¿A qué se debe? La mayoría de los padres
adoptivos pasan años intentando tener un niño al que cuidar. Sus prolongadas y
no siempre cumplidas esperanzas, sueños y deseos puede provocar expectativas
poco realistas sobre lo que será de verdad ser padre, y no están preparados
para el dolor que sienten cuando enfrentan su hijo soñado al hijo real.
Los nuevos
padres pueden sentirse culpables por sus emociones ambivalentes, sentirse
resentidos o enfadados con este niño. Creer en la vinculación instantánea o en
el amor a primera vista es poco realista. Enamorarse de un niño es como
enamorarse de una pareja – la pasión y euforia iniciales dan pronto paso al
lento y a menudo difícil proceso de ajustarse a la presencia diaria de otro ser
humano.
Falta de comprensión y apoyo
A menudo
lleva de dos a seis meses sentir que surge un verdadero sentimiento de conexión
y de vinculación. Sin estar preparadas ni recibir apoyo, las madres adoptivas
novatas intentan dejar de pensar en el tema, sin pedir ayuda. Muchas temen que
si expresan sus problemas ante un trabajador social o psicólogo (justo esos
mismos a los que han tenido que convencer de que serán unos padres excelentes),
dudarán de su capacidad como padres. Por tanto, una situación complicada se
hace aún más difícil debido a la falta de comprensión y de apoyo.
La ayuda
familiar que las madres biológicas encuentran siempre tras el parto no es tan
frecuente en madres adoptivas. En muchos casos, tras años de decepción a causa
de sus problemas de infertilidad, los miembros de la familia no entienden
porqué la madre no se siente totalmente feliz ahora que por fin tiene lo que
tanto tiempo ha deseado. En vez de decepcionar o confundir a su familia, muchas
madres adoptivas sufren en silencio, llenas de vergüenza y culpabilidad,
sintiéndose imperfectas o egoístas.
Más frecuente en mujeres
En los
estudios realizados a menudo no se pregunta el sexo a los encuestados, pero se
asume que la mayoría de las respuestas proceden de mujeres. La Depresión
Post Adopción en padres adoptivos es un tema aún más desconocido. El
estrés juega un papel principal en lo que imaginamos es una cuestión igualmente
prevalente. Los nuevos padres adoptivos son generalmente los primeros en volver
al trabajo, y han de combinar simultáneamente la vida laboral con su nueva
paternidad.
DPA y adopción internacional
La
adopción internacional tiene componentes que aumentan la carga. En casi ningún
caso se adoptan recién nacidos. Entre otras cosas, hay que tratar con el
desconocimiento del pasado de nuestros hijos, y lamentar las oportunidades de
vinculación perdidas. Vemos a nuestros hijos durante muy poco tiempo antes de
que la adopción finalice, y a menudo descubrimos sorpresas desconcertantes tras
la misma.
Los niños
de más edad presentan aspectos que a veces se adaptan a nuestras familias con
suavidad y naturalidad, y en otras, nos recuerdan dolorosamente nuestras
diferencias. Adoptamos niños que han vivido unas pérdidas casi inimaginables.
Adoptamos niños que han sufrido los efectos de la institucionalización,
hospitalización, abandono y desatención de todo tipo. A menudo adoptamos niños
con necesidades académicas, emocionales, neurológicas y médicas ocultas.
Con
frecuencia, los niños adoptados se vinculan al principio tan sólo a uno de los
padres, dejando al otro triste y decepcionado. Si a todo esto sumamos el estrés
del viaje, el jet lag, dificultades de comunicación con los hijos más mayores y
los anfitriones en el país de adopción, la falta de sueño y el shock cultural,
es fácil comprender que este potencial de frustración, indefensión y
preocupaciones es muy alto. En resumen, el caldo de cultivo idóneo para el
inicio de una depresión.
Efectos
Al
estudiar los datos referentes a la duración de la DPA surgió una
conclusión preocupante. Mientras que la depresión postnatal leve es de corta
duración, el 77% de los que sufrieron PAD afirmaron hacerlo durante un periodo
de 2 meses a un año. El 85% afirmaron que la DPA afectó su salud
(pérdidas o ganancias de peso considerables, alteraciones del sueño y dolores
de cabeza) y el 70%, que la DPA había afectado el proceso de
vinculación con su hijo.
Cómo prepararse
Saber que
existe la probabilidad de sufrir PAD te dará la oportunidad de prepararte en el
caso de que estés entre la mayoría que padece este síndrome.
- La preparación puede incluir hablar el tema con tu médico, así como con el futuro pediatra.
- Habla también con tu ECAI, para asegurarte que conocen la importancia de este tema y saber si tienen recursos para ayudarte en caso de que así sucediera.
- Si padeciste depresión en algún momento de tu vida, el riesgo de padecer PAD es mayor, así que asegúrate que tu terapeuta está disponible por si necesitaras apoyo.
- Alerta a tu familia y círculo cercano y explícales que necesitas el mismo apoyo emocional que si se tratara de un recién nacido.
Cómo enfrentarse a las crisis
Hay pautas
que sirven tanto para el primer periodo tras el parto como tras la adopción.
- Al volver a casa de tu viaje, asegúrate que tienes el tiempo necesario para “hacer nido”.
- No te sientas culpable por mantener las visitas a raya durante las primeras semanas. La excepción ha de ser alguien cercano que puede prestarte la ayuda necesaria en los temas domésticos como para dejarte el tiempo necesario para dedicarte a tu hijo y comenzar el proceso de vinculación.
- Intenta alargar la baja maternal al máximo.
- Intenta dormir cuanto puedas y haz ejercicio. El aire fresco y un paseo a buen ritmo hacen maravillas a la hora de mitigar la depresión leve.
- Sacar a tu hijo a pasear es uno de los grandes placeres de la vida: divertido para los dos, y beneficioso para la vinculación.
- Si no tienes pareja o ésta no puede ayudarte, busca a alguien que te ayude y te permita descansar, hacer recados o, simplemente, cuidarte.
- Tus nuevas competencias como padre a menudo hacen que te vuelvas algo más incompetente en otras áreas de tu vida… No te sientas culpable si la casa no está impecable o las comidas son más bien básicas. Prepárate a poner casi todos los aspectos de tu vida en “pause” hasta que todo se asiente un poco. Si eres de las personas que necesitan que todo esté perfecto, organiza que alguien lo haga por ti.
Aceptar la DPA
Prepararse
para la DPA es la clave para superarla y acortar su duración. Acepta
el hecho de que adoptar conlleva ciertos riesgos. Espera sorpresas,
frustraciones, y pasos atrás con tu hijo. ¡Y alégrate si no los hay! Intenta
aprender cuanto puedas de la paternidad antes de que tu niño llegue a casa. Los
procesos de vinculación y apego son lentos. Aprende a ser paciente y a darte,
tanto a ti como a tu hijo, el tiempo necesario para que se vayan formando esos
lazos.
El viaje
de la adopción no acaba el día que tu hijo llega a casa, sino que es ahí cuando
comienza. Prepárate: seguirás sintiendo que tus emociones son una montaña rusa
durante al menos otro año. Y si el niño tiene problemas, ¡prepárate para dos
años!
- No dudes en pedir ayuda.
- No tengas miedo a decirlo. Contacta con foros de adopción, grupos de padres adoptivos… Busca personas con experiencias similares.
- Reserva tiempo para ti y tu pareja, así como tus otros hijos si los tuvieras. Mantén los estímulos externos y la presión laboral y social al mínimo cuanto puedas.
- Pide a tu círculo familiar y de amigos que te entiendan y respeten tus nuevas decisiones.
- Acepta tus limitaciones y no tengas miedo a fracasar. Aprendemos a base de equivocarnos. Si tu adopción resulta complicada, recuérdate cada día que el día siguiente será mejor. Porque lo será.
Y, sobre
todo, recuerda que lo que sientes es una respuesta normal al estrés, que no
estás sola y que dispones de ayuda y apoyo para esta complicada fase de tu
adopción.
Traducido y adaptado
por postadopcion.org
Post Adoption Depression, The Unacknowledged Hazard
Post Adoption Depression, The Unacknowledged Hazard
que buen artículo! Si lo hubiese leído hacen 14 años atrás,....Quizás no me hubiese sentido tan culpable en algunos aspectos. De igual modo, sirve para alimentar la conciencia de todos los elementos positivos que tiene el ser padres adoptivos. Como dice Edith Piaff "Je ne regrette rien"
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