miércoles, 5 de octubre de 2016

Pubertad precoz en adopción


por Alberto Núñez
Todavía es una situación aún no bien comprendida y que parece rebatir los argumentos que siempre se atribuían a las diferencias entre etnias. En todo caso presenta una dimensión importante por su numerosa afectación a la población infantil de adopción. No es propiamente una enfermedad o una alteración importante de su salud. Podríamos llamarlo como una especie de tributo que la naturaleza cobra cuando al adoptarlos, les rescatamos de la necesidad más acuciante e incierta y les situamos en una vida plena, feliz y llena de futuro. Paradójicamente, representa un buen estado de salud, pero podría tener consecuencias psicológicas o de integración no deseadas. No sabemos todavía a cuantos afecta, pueden ser muchos.

La pubertad precoz es frecuente en niñas adoptadas de países no desarrollados o en vías de desarrollo, como se ha comunicado en Suecia, a propósito de 21 niñas, en Bélgica (8 casos), en Italia (19 casos), y en Francia (13 casos). En España está publicado 1 caso, procedente de China.
Muchas de estas niñas llegan a sus nuevos hogares en un estado de desnutrición crónica, con déficit de peso y talla, pero desarrollan un rápido crecimiento (catch-up), con lo que en unos pocos meses alcanzan su masa corporal determinada genéticamente. En el desarrollo de una pubertad precoz están implicados factores relativos a un cambio de nutrición, a cambios neurohormonales o estar también implicadas situaciones psicoafectivas.
El momento del cambio de alimentación, que se hace desde una posición cercana a la desnutrición, provoca una serie de cambios hormonales que favorecen la pubertad precoz: No es un hecho general, solo tienen un mayor riesgo las niñas adoptadas después de los 5-6 años. Pero además, también influye su pasado de negligencias sufridas. Están descritos casos de abusos o maltratos en que una vez alcanzada la estabilidad psíquica y funcional con la nueva familia en niñas a partir de los seis años, se precipita la pubertad precoz. Se desconoce el funcionamiento de este mecanismo.
En general, estas niñas presentan en el momento de la adopción un mayor retraso de la edad ósea y bajo peso, observándose tras la adopción, cómo la edad ósea progresa muy rápidamente llegando antes a la pubertad. En resumen, se destaca el hecho de que la pubertad precoz es frecuente en niñas procedentes de adopciones internacionales, sobre todo a partir de los 5-6 años.
La hipótesis endocrinológica es la siguiente: En la pubertad femenina normal se produce un aumento importante del tejido graso (>120 %) y de la masa muscular (>45 %). Los estudios hechos “in vitro” sobre células grasas muestran que hay conversión de andrógenos de origen suprarrenal a estrógenos. Por lo tanto, el aumento rápido del peso de cuerpo observado en estas niñas, probablemente es asociado a un aumento en la circulación de los niveles de esteroides activos que podrían estimular los centros cerebrales del hipotálamo y causar la estimulación precoz del eje hipotalámico-hipófisis-gónadas.
Pero además, las dietas originales de estas niñas también podrían ser un factor importante. Antes de la adopción está comprobado que consumían una dieta baja en proteínas y calorías, fundamentalmente de origen vegetal, con un cambio a una dieta equilibrada y enriquecida tras la adopción. Los mecanismos postulados suponen los siguientes hechos:
Unas condiciones de mejoría en la alimentación incrementan la aparición del factor de crecimiento 1 insuline-like (IGF-1), que estimula la maduración de folículos ováricos y su producción estrogénica, así mismo también se estimula la secreción por el hipotálamo de la liberación de la hormona del crecimiento GRH, uno de cuyos efectos es la maduración sexual. Además, en las dietas de restricción de carnes, aparece el aumento de un péptido llamado neuropéptido-Y. Este péptido tiene la acción de inhibir la liberación de GRH en el hipotálamo. Cuando aparece la nueva alimentación, hay un aumento en la producción de insulina, que produce la inhibición del neuropéptido-Y, no inhibiendo entonces la excreción de GRH.
La vigilancia médica en niñas adoptadas de países en vías de desarrollo, es necesaria, sobre todo si son adoptados en la edad crítica de 4-9 años. El tratamiento médico inhibitorio, que reduce o bloquea la maduración de hueso, esta indicado cuando la predicción de altura inicial es baja.
Finalmente, hay una creencia errónea (lamentablemente difundido desde algunas ECAIS) que la pubertad precoz es un acontecimiento normal en niños que proceden de países en vías de desarrollo. En estas muchachas, una inadecuada altura final puede empeorar los problemas psicológicos causados por sus diferentes rasgos étnicos y puede aumentar sus problemas de integración a su nueva vida.
Es un trágico tributo por pasar del tercer mundo al primero, un claro efecto colateral no deseado. La buena noticia es que tiene su tratamiento, que lleva muchos años en practica, es seguro y eficaz, con muy buenos resultados si se realiza a tiempo.
Prevención
El principal punto de vigilancia esta en la ganancia de estatura y peso, sobretodo dentro del primer año en que la niña inicia su nueva vida. Parece ser ésta la circunstancia más decisiva si la privación nutricional anterior es grande y el retraso de estatura y peso inicial está muy marcado. Dependerá también de la edad del momento del cambio nutricional, tienen mayores probabilidades las niñas que realizan ese cambio (adopción) en años potencialmente al borde de la pubertad. Parece que las edades límites se sitúan bordeando los 3 ó 4 años. Después de la edad de los 8 años, si no se puede hablar en términos de pubertad precoz, sí se puede definir como pubertades inquietantes, pues son demasiado rápidas con una edad ósea que va a progresar más rápidamente que la edad civil y que la edad estatural.
Para vigilar su aparición es conveniente utilizar curvas de crecimiento estaturoponderal, atendiendo a la presentación de uno o varios valores alejados de la media durante el primer año. La realización de una curva de índice de masa corporal nos dará una rápida información de ganancias importantes.
Para las niñas que entran en esta categoría de edad de riesgo, una prueba radiográfica de la muñeca de la mano, con el fin de determinar su edad ósea debe de ser propuesta justo en la llegada a su nuevo país, sirviendo así de dato de referencia en caso de producirse una aceleración estaturo-ponderal importante, que motivará otra prueba radiográfica de edad ósea comparando las variaciones de edad ósea, estatural y civil. Una edad ósea progresada más rápidamente que la estatural, y ésta más que la civil, es evocador de muchos procesos de pubertad adelantados. Es aconsejable seguir muy de cerca el crecimiento de las niñas de adopción, independientemente de su origen étnico. El riesgo de pubertad precoz, según los datos que se esta observando, es mayor en niñas que hayan sufrido los mayores rigores de desnutrición, así se puede situar que aquellas niñas que provengan de las regiones más desfavorecidas (África y Asia), tienen mas riesgo que de otras menos desfavorecidas (Países del Este).
fuente: www.asatlas.org

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