Si la
familia adoptiva es igual o diferente de otras familias que no presentan esta
cualidad, es un tema que ha generado discusión y posturas encontradas. Existe
aquella que considera que la única diferencia es el modo como se constituye la
familia, cómo se encuentran los hijos con sus padres, pero luego de ello
presentan las características de cualquier otra, negando cualquier diferencia
que se aprecie en el ciclo vital del núcleo familiar; también está la postura
que resalta las diferencias, utilizando permanentemente como argumento la adopción,
en especial cuando se presentan dificultades. Ninguna de las dos posturas
ofrece un abordaje adecuado a las necesidades del adoptado ni brinda soluciones
o salidas satisfactorias a las situaciones difíciles que se presentan. Más
bien, se requiere de padres comprometidos que actúen como cualquier otro padre
o madre hacia sus hijos, pero que tengan siempre presente las particularidades
de la adopción en su actuar.
Pero la
familia adoptiva está constituida no sólo por el o los padres adoptivos y por
el niño o niña adoptada, sino que este vínculo se sustenta en un entorno que lo
acoge, del cual forma parte. Esto considera a la familia nuclear y la familia
extensa que incorpora a otras figuras de parentesco para el niño o niña
adoptada, como abuelos, tíos y primos, que forman parte de la vida familiar y
deben ser integrados a la adopción para que participen activamente y ofrezcan la
acogida al nuevo integrante. Así mismo, la familia se sostiene en un entorno
social en el cual está inserto el grupo, que incluye a las amistades, vecinos y
grupos formales en los que puede participar (sistema escolar, organizaciones
religiosas, comunales, etc.).
Estas redes
de apoyo se constituyen en piezas activas de su vida personal y familiar, y serán
parte de un entramado necesario para las familias adoptivas. Pero aún hay más: la necesidad de pertenecer a un grupo de pares.
La creación de lazos con otras familias adoptivas, con padres como ellos que
vivieron, viven o vivirán experiencias similares, y que les signifiquen una
guía, acompañamiento y contención, con quienes puedan compartir vivencias y
discutir sobre los modos de enfrentarlas, es pilar esencial de un sólido entramado
adoptivo en el que están activamente involucrados todos los actores y que
permite así a las familias disponer de los recursos adecuados y suficientes
para realizar su proyecto familiar.
- Bienvenida familia adoptiva
- Las familias adoptivas a lo largo de Chile
- La familia adoptiva como protagonista
- Etapas del proceso de adopción
- La responsabilidad de ser padres
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