Mi
hijo aún no había cumplido 4 años cuando una noche decidí explicarle el cuento
de "su adopción", ya lo había explicado antes pero esa noche el
cuento empezaba con un hombre y una mujer que se conocían, él crecía dentro de
su madre y luego nacía, y luego era dejado en un lugar para que cuando
le encontraran pudieran buscarle una nueva familia, no sé si fueron
esas exactamente las palabras que usé pero estoy segura que no usé ABANDONAR,
había leído mucho sobre lo importante que era no usar esta palabra. Me
interrumpió, justo para ponerse a llorar y decirme: Tú, lo que me estás
diciendo es que me ABANDONARON.
Los
psicólogos y muchos de los profesionales relacionados con la adopción dicen que debe evitarse pronunciar la palabra ABANDONO cuando
se cuenta al niño o niña cómo llegó a la adopción. Los motivos... pues
básicamente que la palabra ABANDONO es demasiado dolorosa, que si no se usa los
niños no van a sentir abandonados, o rechazados por su familia biológica, que
debe usarse otras palabras que se centren más en los padres biológicos que en
los hijos, que ellos renunciaron a él/ella para darle una vida mejor, etc...
Pero, sinceramente, me parece muy ingenuo pensar que por no pronunciar una
palabra ese sentimiento no va a surgir. Muchos niños y niñas adoptados se
sienten abandonados, tiene un hondo pesar en su corazón al que muchas veces no
pueden poner palabras, pero que es, nosotros deberíamos reconocerlo, un
sentimiento de ABANDONO. No es gratitud por haber sido dados en adopción, por
haber tenido una "vida mejor", es RABIA por no haber podido
permanecer con su familia biológica, es DESCONSUELO por no saber qué
motivos llevaron a sus familias a separarse de ellos, TRISTEZA por tener una
historia que les hace distintos a la mayoría de niños... porque como dice
Sabina "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió"...
y IRA, ira porque podamos menospreciar su sentimiento de ABANDONO y
llamarlo de otra manera.
No
tiene por qué ser así para todos los niños o niñas, algunos sienten ese
abandono especialmente debido a sus circunstancias, quizás a su propio carácter
o resilencia. Seguramente no es lo mismo tener datos de la familia biológica,
saber en qué situación se encontraban, o sin saber de su familia conocer las
circunstancias del país que llevan a muchos padres a abandonar a sus hijos o
hijas (por ejemplo la Ley del Hijo único en China). Pero para muchos niños y
niñas esa herida está, y está allí se hable o no de ella, se le ponga una u
otra palabra, que al final acaban siendo únicamente eufemismos.
Un niño pequeño si su madre se muere lo que siente es que le ha abandonado, y a un niño al que se le muere la madre nadie le dice que lo ha ABANDONADO, seguro que le cuentan que no ha sido porque ella quisiera, que se ha puesto enferma y no se ha curado o ha tenido un accidente, que ella hubiera querido quedarse a su lado... pero lo que siente el niño es ABANDONO.
Un niño pequeño si su madre se muere lo que siente es que le ha abandonado, y a un niño al que se le muere la madre nadie le dice que lo ha ABANDONADO, seguro que le cuentan que no ha sido porque ella quisiera, que se ha puesto enferma y no se ha curado o ha tenido un accidente, que ella hubiera querido quedarse a su lado... pero lo que siente el niño es ABANDONO.
Cuando
nos dicen que no usemos "tus padres te abandonaron" (o tuvieron que
abandonarte que para el caso es lo mismo) y que usemos, por ejemplo, "tus
padres tuvieron que renunciar a ti", lo que nos quieren decir es que no
usemos una frase que se centra en el niño sino en los padres, para no hacer
sentir responsable al niño de su abandono sino a los padres por no ser capaces
de ejercer como padres. Pero ¿realmente eso se ajusta a la realidad de la
adopción? No creo que se ajuste a nuestra realidad donde muchos de los niños y
niñas llegan a la adopción por un abandono real, por una retirada de los
derechos de los padres biológicos, incluso por secuestros... la realidad de una
madre renunciando a su hijo para que sea adoptado debe ser un porcentaje mínimo
de las adopciones que se realizan. ¿No estamos en definitiva mintiendo si
usamos estas palabras? ¿Es justificable esa mentira piadosa por los beneficios
que puede suponer para su autoestima? En cualquiera de los dos casos ya estamos
ejerciendo un juicio de valores, ¿no? ¿No va a oír la palabra ABANDONO fuera de
la familia al referirse a su historia de vida?
fuente: adoptivanet.blogspot.com.es
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