jueves, 29 de octubre de 2015

Carta a los abuelos


Hola abuelo, hola abuela
Soy vuestro futuro nieto/a y actualmente estoy en Polonia. No nos conocemos todavía, pero sé que si escucháis hablar de mí desde hace mucho tiempo. Habéis sufrido viendo a mi futuro papá y mi futura mamá esperándome durante tanto tiempo. Pensabais que llegaría en vuestra vida por nacimiento y que tendría un parentesco biológico. Ahora sabéis que llegaré a través de la adopción y que tendremos una afiliación con el corazón.

Como os podéis imaginar, he vivido en mi corta edad todo un destino! Si mi vida hubiera sido fácil, no hubiera necesitado encontrar una nueva familia en el otro extremo del mundo. Es precisamente porque ya he experimentado muchas dificultades que deseo que todo salga de la mejor manera posible cuando llegue a la vida de mis nuevos padres, y en vuestra vida también.
Una cosa está clara, mis padres os necesitan antes, durante y después de mi llegada, ya que es un papel nuevo y desafiante que tendrán que aprender. Yo os voy a necesitar para el resto de mi vida, pero NO durante los primeros meses... Lo sé, es extraño. La adopción, no es exactamente como un nacimiento. Voy a explicar por qué.
En el contexto de un nacimiento, el bebé no ha vivido malas experiencias cuando se encuentra con sus padres. Él conoce a su madre biológica sensorialmente y luego descubre a su padre, entonces poco a poco, al resto de la familia.
Por una serie de razones complejas y que no fueron por mi culpa, no he tenido la suerte de quedarme físicamente, sensorialmente y emotivamente cerca de mi mama y papa biológicos. Desaparecieron dejándome en gran peligro debido al impacto físico y emocional de su desaparición. Yo era demasiado pequeño para entender que son siempre los problemas de los adultos los que causan los abandonos, y nunca es culpa del propio niño. Fue un gran desafío, pero sobreviví. Porque sí, soy un superviviente!
Además estoy sobreviviendo en condiciones de vida difíciles. Las niñeras en el orfanato no son capaces de darme toda la atención que necesito:
1.      No como cuando tengo hambre.

2.     La comida no es de calidad.

3.     No me cambian enseguida cuando me ensucio. Tengo que esperar con quemaduras en las nalgas y una gran cantidad de molestias.

4.     No me abrazan y nadie me canta canciones. Tengo que calmarme solo hasta quedarme dormido por el mismo cansancio.

5.     No miman, no me hacen cosquillas, no me animan a hablar, a moverme, a caminar. Así que me aburro mucho.

6.     No recibo tratamiento de inmediato cuando tengo cólicos, dolor, infecciones, erupciones como todos los bebés pequeños. Tengo que cuidar de mí mismo y sufrir en silencio.

7.     No he desarrollado mi lenguaje, porque nadie se tomó el tiempo para hablar conmigo, de mostrarme los nombres de los objetos o nombrar mis emociones para entenderlas.

8.     No se me miran a los ojos con amor, admiración, cariño, fascinación.

Al escribir esto, no quiero en absoluto que tengáis piedad de mí. Lo que me pasó es triste, injusto, pero no quiero ser visto como una víctima. Quiero ser visto como un superviviente. Quiero que la gente me mire con orgullo por todo el trabajo que tengo que hacer para conseguir mi desarrollo como niño y tener una vida feliz. Soy resistente, pero esto no es suficiente. Necesito a mis padres y a vosotros. Quiero que seáis mis tutores en mi camino de recuperación. Igual que se pone un tutor a un girasol para que crezca bien en el sol.
Vuestra compasión debe centrarse en el hecho de que no he sido apreciado, importante y único para nadie hasta ahora. Esta será la lesión más dolorosa que tengo que sanar. Más que la desnutrición y el abandono. Yo era parte de un grupo de niños. Yo no era un solo individuo. Había demasiadas niñeras diferentes, demasiados cambios de personas en mi vida. Nunca me he sentido especial, precioso, interesante y digno de ser amado, porque nadie parecía querer quedarse conmigo.
Varios adultos me cuidaron pero sin ningún apego. Tenéis que saber que el apego no tiene nada que ver con el amor. El apego es un vínculo fuerte, una seguridad permanente de enlace, la confianza, la creencia, la convicción de ser tan especial para alguien que nunca te dejará. Cuando un niño está en relación de apego seguro con sus padres, él sabe que sus padres nunca le abandonarán, siempre van a responder a sus necesidades y protegerle de los peligros. El sentimiento de amor por un niño, llega en su corazón y en su alma después de la unión.
Por todo esto que os he contado, necesitaré mi tiempo antes de que me pueda tranquilizar, recuperar la fuerza, apegarme y crear un vínculo fuerte y por eso mis padres, cuando llegue, Tendrán que estar tranquilos sin muchos viajes y sin mucho jaleo para poder satisfacer todas mis necesidades de supervivencia – darme de comer y beber, y consolarme y cuidarme- durante varios meses antes de que pueda convencerme de que esto es cierto, posible, real y maravilloso. Este paso es necesario para que me dé cuenta de que realmente puedo confiar en ellos y que realmente parece que les encanta cuidar de mí. El vínculo se teje cuando un niño vive una angustia y el padre está presente para calmar esta angustia. Esto se debe repetir miles de veces antes que se quede impreso en mi cerebro para siempre.
Una vez que esté seguro y convencido, podré confiar mi vida, mi salud y mi seguridad a mis nuevos padres. En este momento estaré disponible para crear más vínculos con vosotros, mis abuelos, y luego con todos los miembros de mi nueva familia
Sé que lo que os estoy pidiendo es difícil y muy diferente a vuestras expectativas. También sé que habéis vivido de otra manera la llegada de vuestros otros nietos. Os molestará no poder abrazarme de inmediato. Esto requerirá una gran cantidad de sacrificios. Tenéis vuestras necesidades (aunque legítima) que se tendrán que posponer por algún tiempo... Para luego retomarlos. Os lo prometo!
La mejor manera de ayudarme es respetando el nido físico y emocional donde me envuelven mamá y papá. Con todos vuestros años de experiencia como padres, sabréis muy bien cómo consolarme, alimentarme o me darme de beber. Sabréis cuidarme mejor que mis nuevos padres que todavía estarán aprendiendo, nerviosos, vacilantes, como todos los nuevos padres. Si tomáis demasiado espacio en el principio dándome lo básico que necesito, puedo sentir más confianza en vuestros brazos que en los de mi nuevo papá y mi nueva mamá. Por tanto, es posible que se crea un primer vínculo más fuerte que con mis padres. Pero como no siempre vais a estar allí, yo podría sentirme abandonado después de cada visita.
Imaginad el escenario de desastre, con todos los mejores esfuerzos del mundo desde que, con su deseo de conocerme, amarme, cuidar de mí, podríais entorpecer la relación de apego que tengo que crear con mis nuevos padres y dejarme con un sentimiento de nuevo abandono cada vez que se acaba vuestra visita.
Sé que estáis deseando quererme, abrazarme y ayudarme.
Entonces, ¿Cómo podéis ayudarme? ¿Cómo comenzar vuestro papel como el abuelo y la abuela cuando llegue? Cuidando de mis papas.
-          Proporcionar asistencia práctica, platos cocinados, ayudar con las compras, la limpieza...

-          Proporcionar un apoyo moral y tratar de decirles que es normal querer hacerlo bien y, a veces fallar. De hecho, también vosotros habéis tenido que aprender a ser padres!

-          Respectando nuestra completa privacidad durante los primeros días. Hacer visitas cortas para jugar conmigo tal vez, pero no de inmediato para cuidar de mí, dame de comer, cuidarme. Así me dejaré enseñar por vosotros, primero desde lejos como el Principito con su zorro, pero sin tener que confiar en vosotros para mi supervivencia, al menos inicialmente.

-          Interesándose.

-          A continuación, unos pocos meses después de mi llegada, cuando mi papá y mi mamá vean bastantes signos de apego, necesitarán un descanso. YOUPI! Y será en este momento que me mostraré disponible para vincularme emocionalmente a vosotros. Podréis venir y cuidarme 30 minutos, luego de una hora, después dos horas que finalmente me podréis hacer cosquillas, alimentarme, cantar canciones, jugar conmigo, consolarme...

Recordad, para crecer en la belleza, salud, aprender a amarme a mí mismo y aprender a amar la vida, necesitaré a toda la familia. No en los primeros momentos, un poco más tarde, pero para siempre.
Dadme el tiempo para reparar mis heridas de apego con mis padres. Me habéis esperado durante varios años. ¿Es mucho pedir tres o cuatro meses? Nuestra nueva relación será aún más hermosa, más fuerte y más útil para vosotros y para mí.
Gracias, porque yo ya sé que me entendéis mejor ahora.
Cuento con vuestra experiencia y sabiduría ganada con tanto esfuerzo para apoyar a mis padres en su nuevo papel.
Tengo muchas ganas de conoceros.

 Vuestro nieto/a
Johanne Lemieux

3 comentarios:

  1. Hola.. De Polonia? De dónde viene esta carta?? es la de Johanne Lemieux traducida?

    ResponderEliminar
  2. Gracias por la información de la que no contábamos. Hemos corregido un error lamentable, estimando así el valioso aporte de su autora.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La traduci yo al castellano.y reconocí errores típicos míos en el texto.. Gracias por la corrección
      Aprovecho para recomendaros esta autora, es apasionante

      Eliminar