Un interesante debate sobre homoparentalidad en adopción se desarrolló en
el programa Actualidad Central de la cadena de televisión CNN Chile el pasado 11 de
julio.
Se debatió sobre la viabilidad que parejas homosexuales pudieran ejercer
los roles parentales en la crianza, ante la posibilidad que accedan a la
adopción y sean reconocidos como padres legales de un niño o niña.
En la discusión participó el diputado Ramón Farías, actual presidente de la Comisión de Familia de la
Cámara, quien destacó la necesidad de los niños de pertenecer a una familia,
donde prime el amor, cuidado y protección, independiente de si son una pareja
heterosexual u homosexual, mientras puedan ejercer los roles parentales.
En representación de Fundación San José para la Adopción, su directora
ejecutiva Ximena Calcagni, expresa
que lo fundamental es que quien ejerza el rol parental posea habilidades
parentales. No obstante, postula que se debe privilegiar a las parejas
heterosexuales, ya que éstas ofrecen ciertas características que aseguran estabilidad para el niño, buscando así
disminuir el quiebre familiar que amenace y agrave su proceso de elaborar su
historia de abandono, subyacente a la condición de adopción.
Al respecto, el psicólogo clínico de FACSO Ricardo Bascuñán, señaló que "no
existen investigaciones específicas que contraindiquen que las parejas
homosexuales puedan ejercer la paternidad". Apeló al derecho de los niños por contar con
un contexto de desarrollo sano y feliz, independiente qué pareja ejerza el rol
parental. Mientras le entregue amor al niño, ese niño tiene derecho a vivir con
esa pareja.
En respuesta
a ello, el representante de las Iglesias Evangélicas Cristián Nieto, manifestó que existe mayor tendencia a la homosexualidad
en hijos de parejas homosexuales y con mayor riesgo de suicidio. Plantea “no
permitir por la ley lo que la naturaleza no permite”.
Como un
aporte a la discusión, el 21 de julio apareció en Revista Ya de El Mercurio, el artículo “El factor padre”, interesante
revisión desde la ciencia al rol de la figura paterna para el desarrollo de los
niños. En él se refiere a la extensa investigación sobre la importancia del rol
paterno, el que no necesariamente es ejercido por el progenitor, y sobre el
cual incluso existen indicios que puede ser llevado a cabo exitosamente por una
mujer: “En relaciones de madres lesbianas vemos lo que llamamos un dimorfismo,
una diferenciación de roles donde un miembro de la pareja es más ruda y otra
más protectora, una está preparando al niño para el mundo exterior y la otra
para las relaciones más íntimas y el mundo emocional. Y eso tiene más que ver
con los roles sociales que con los cromosomas que determinan el sexo”.
Por otro
lado, si bien las hormonas del embarazo tienden a asegurar la respuesta materna
a los estímulos del niño de modo más instintivo, en los demás cuidadores se
activa el sistema de neuronas espejo, que constituye una activación social con
una representación mental perceptiva y motora, que compensa la respuesta instintiva
y emocional propia de la madre biológica. Eso sí, la plasticidad cerebral puede
llevar a hombres y mujeres cuidadores a desarrollar una conectividad entre el
área instintiva del cerebro y la de la representación mental.
Los
investigadores concluyen que “los niños se favorecen al tener múltiples
interacciones efectivas afectuosas, y si ellas son diversas, de distintos sexos
o desde distintos roles, mucho mejor porque los prepara para su contexto
cultural”.
El debate
está abierto para confrontar posturas diversas, que aporten a una sociedad dispuesta
a discutir constructivamente.
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