jueves, 4 de agosto de 2016

La importancia de conocer su identidad

Los derechos del niño y las técnicas de reproducción asistida transfronteriza

Testimonio de una persona concebida mediante la donación de material reproductivo

Este testimonio de Chloe Allworthy, una australiana concebida mediante técnicas de reproducción asistida, explica su deseo de conocer sus orígenes, los desafíos de llevar a cabo las búsquedas dada la falta de infraestructura y sus descubrimientos inesperados. El SSI/CIR acoge con agrado este testimonio, pues refleja muchos de los mismos lecciones/deseos que entre las personas adoptadas.
Se estima que hay 60,000 personas concebidas mediante la donación de material reproductivo en Australia. También se estima que a cerca del 90% no se les ha informado que han sido concebidas mediante estas técnicas. Soy una de las pocas personas a las que se lo dijeron a una edad muy temprana y he tenido tiempo de procesar lo que esto significa para mí. La concepción mediante donación se da cuando una persona es concebida utilizando la ayuda de un donante de esperma, de óvulos o de embriones. En mi caso, un donante de esperma ayudó a darme vida.
Comparto el 50% de su ADN, pero para mí era un gran desconocido. Fue como si fuera un lienzo en blanco, y por mucho que intentara pintar un cuadro de cómo era él, simplemente no podía. La mitad de mi identidad era desconocida y eso me llevó a sentir una variedad de emociones que incluían la ansiedad, la soledad, la desvinculación, el miedo a lo desconocido y también la curiosidad. Estos sentimientos han tenido un efecto continuo en mí durante mi vida.
¿Quién soy? y diferencias innegables
Incluso antes de que me lo dijeran, me había dado cuenta de las enormes diferencias en mi apariencia física en relación con mis padres. Mi pelo oscuro rizado, los ojos marrones y mi piel pálida, comparados con los ojos azules, la piel morena y el pelo claro de mis padres. Incluso como niña, esto me hizo cuestionar por qué era tan diferente de los que me rodeaban. Era algo en lo que pensaba al acostarme en la cama por la noche, y me preguntaba lo que mi donante estaba haciendo en ese preciso momento.
Durante mis años de adolescencia, empecé a desarrollarme como una persona abierta a quien le gustaba actuar, cantar y bailar. Era una pasión que no compartía con nadie más de mi familia. Mi condición de oveja negra me llevó más allá en la curiosidad acerca de dónde venía. Sabía que ya tenía un padre al que quería y del que me preocupaba mucho, pero el vacío de que me faltara algo era simplemente muy fuerte para que no lo buscara.
Empezar y perseverar en la búsqueda
Empecé la búsqueda de mi donante de material reproductivo a la edad de 18 años, después de un largo listado de problemas de salud y sin tener un historial médico. Sólo tenía tres familiares de sangre en ese momento y eso no era suficiente para mi historial médico y mucho menos para mis hijos en el futuro. Un riesgo constante con la salud de cualquier persona concebida mediante donante de material reproductivo es no saber qué problemas de salud pueden aguardarles en cada momento.
Tras un proceso largo y difícil para buscar a mi donante a través del Registro Civil, me dijeron que no lo podían encontrar. Sentí como si mi mundo se desmoronara, junto con partes de mí. Había esperado mucho tiempo para juntar las piezas de lo que yo era. Mi expediente de donante estaba a solo unas horas de donde vivía, y allí seguía. La clínica controlaba la información esencial relativa a mi vida, mi herencia y mi ADN, y, sin embargo, se me denegaba acceso a este expediente. La frustración que a veces esto conllevaba es insoportable.
No admití la derrota. Todo lo que buscaba era la oportunidad de preguntar a mi donante si quería conocerme y, si fuera así, la posibilidad de entablar una amistad con él. Si no estuviera dispuesto a mantener el contacto, lo respetaría y al menos podría vivir sabiendo que había hecho cualquier cosa en mi poder para preguntárselo. La vida es demasiado corta y siempre había tenido miedo de que me habría arrepentido si dejaba la búsqueda para demasiado tarde.
Descubrimientos inesperados
Afortunadamente para mí, después de contactar con la clínica (Melbourne IVF), una mujer encantadora estaba dispuesta a ayudarme. Sólo algunas semanas más tarde, recibí algunas noticias, pero no exactamente las noticias que estaba esperando. “Chloe, alguien nos ha contactado con la misma pregunta que tú, es tu hermano”. Mi cara se iluminó y mis ojos se llenaron de lágrimas. Nunca imaginé que pudiera tener hermanos. Entonces me dijeron que había 10 hermanos que habían nacido como resultado de la donación de material genético y uno de ellos quería conocerme. Conocer a mi hermano dio realmente respuesta a muchas de mis preguntas. Tenía los mismos rasgos de personalidad e intereses y había ganado un nuevo y gran amigo y un hermano. Encontrar a mi hermano abrió una nueva curiosidad en mí respecto a mis otros hermanos. ¿Cómo eran sus vidas? ¿Eran como yo?
Casi dos años después de muchos correos electrónicos, llamadas telefónicas, y molestar a varias personas para obtener su ayuda, encontré a mi donante. A continuación venía la gran pregunta, ¿quería conocerme? Afortunadamente, ¡la respuesta era afirmativa! Ken había llamado a la clínica en 1993 para preguntar si había habido algún embarazo exitoso fruto de su donación. Le dijeron que ningún niño había nacido, ¡cuando en realidad éramos 11, incluyéndome a mí! Ken y su familia me invitaron a Adelaida para conocer a su hermosa esposa y sus cuatro niños, ¡tenía más hermanos y por primera vez, hermanas!
Conocer y entablar una relación con mi donante y su familia sin duda me ha cambiado como persona. Ya no estoy enfadada con el mundo, ha mejorado mi ansiedad, sé de donde provienen mis intereses y personalidad y finalmente comprendo exactamente quién soy. Las piezas que faltan se están juntando, y mi donante y yo estamos actualmente buscando juntos a los otros nueve hermanos, y ¡hemos encontrado otra hermosa hermana en las últimas semanas! Ken y sus hijos tienen talento musical y cantan como yo, algo que siempre me había preguntado. Para mi sorpresa, mi donante también es maestro de escuela, como yo y dos de mis hermanos.
La importancia del acceso a los orígenes y la apertura
Para mí, haber sido concebida mediante donación de material genético ha tenido sus altibajos; pero, al final del día, sin duda me ha ayudado a crecer como persona en aceptar retos, superar mis miedos a lo desconocido, y me ha dado fuerza para luchar por lo que siempre he sentido que era mío por derecho, que era entender de dónde vengo.
Al conocer a mi donante, ahora siento mucha paz en mi vida, y el convertirme en su amiga me ha permitido finalmente estar cómoda con lo que soy, porque me ha permitido ver que la persona en la que me he convertido es algo de lo que él está orgulloso, y esto fue lo que siempre busqué.

fuente: Boletín Mensual n°203 del SSI/CIR Julio 2016‏ (www.iss-ssi.org)

ARTÍCULOS RELACIONADOS:
URL Abreviada: http://goo.gl/1L9XFE

No hay comentarios:

Publicar un comentario