Carta de familia italiana que adoptó un niño chileno, la que
fue publicada en un diario de su país.
Giovana Sciacchitano
La felicidad para mi
esposo Gabriele y para mí, se llama Elías. Es un niño simpático de nueve años
que una Navidad atrás, desde Chile, ha entrado en nuestra vida al cabo de tres
años de espera.
Cuando tomamos la decisión de comenzar este
recorrido, rebosábamos de alegría y de esperanza, pero también estábamos un
poco asustados. Los psicólogos y asistentes sociales nos habían explicado que
los niños adoptables son en su mayoría, ya mayorcitos y que además de las
heridas del abandono, han tenido una vida difícil, con lo cual, antes o
después, surgen dificultades.
Y Elías fue nuestro “huracán”, un
pequeño tirano, que quería recibir todas las atenciones, violentándose cuando
no conseguía lo que quería… no podía dominar la rabia que le subía desde el
fondo de su corazón.
Recuerdo su furia cuando le pedimos que no lanzara
con tanta violencia lo que pasaba por sus manos y cómo nos mordía cuando intentábamos
calmarlo….
Pero él no sabía respondernos, no sabía dar un
nombre a aquellas emociones que lo sacudían tanto y que lo transformaban de un
niño sensible e inteligente, en una especie de animalito enrabiado.
A veces nos parecía un bebé en el cuerpo de un niño
y quizás lo era, ya que con nosotros ha experimentado lo que normalmente los
niños “prueban” y descubren cuando pueden ser contenidos.
Creo que no existe obstáculo que el amor de los
padres no pueda superar…
Sólo cuando dejamos de sentir miedo a sus
reacciones violentas y comenzamos a mirarlo por lo que era -un cachorrito decepcionado y asustado-, fue cuando Elías tomó la decisión de adoptarnos y
pensar que podíamos ser su madre y su padre.
Algunas veces ha sido necesario también levantar el
tono de la voz. No lo hubiéramos querido hacer, pero él necesitaba comprender
los límites que debe respetar.
Todos los niños necesitan de un amor incondicional,
pero también aquella firmeza que proporciona tranquilidad. En esta aventura que
recién está comenzando, muchos nos han ayudado, en especial, los abuelos
quienes han sido fundamentales.
El “abuelazo” que ha bloqueado a Elías en la puerta de casa mientras
intentaba huir; mi padre que siempre se deja ganar mientras juegan cartas;
nuestros vecinos, verdaderos ángeles, quienes nos han apoyado cuando nuestras estrategias
no funcionaban con Elías; los
profesionales de la entidad de la adopción, que nunca nos han abandonado, la
referente chilena que ha sido providencial; mi amiga desde siempre, súper-madre
adoptiva, con la cual todavía estamos atadas con un hilo directo; los
profesores y la escuela que lo han acogido de la mejor manera y tantas personas
y amigos que nos han sostenido.
Quien toma la decisión de adoptar no debe sentir
vergüenza o temor de pedir ayuda.
Al enfrentar solos la paternidad adoptiva, los
problemas se ven más grandes de lo que son, pues se siente cansancio y
frustración.
Cuántas “sugerencias” y cuántos consejos en los
momentos críticos han resuelto muchas situaciones en las cuales no sabíamos
cómo actuar. Incluso ahora nos apoyamos con quienes han pasado o están viviendo
la misma situación.
No quisiera dar la impresión que la adopción es
sólo frustración, porque en realidad, es una felicidad inmensa.
Hemos visto a Elías volver a nacer e inclusive, nosotros también. Ya no concebimos
una vida sin él.
Elías, al cabo de un año en familia, es feliz y nosotros
todavía más.
Juega con orgullo en el equipo de fútbol de la
parroquia y nada como un delfín en la piscina.
Es difícil explicar lo que se siente cuando un niño
que antes te gritaba con rabia... ¡No he nacido de tu guata!, ahora te llama
“mamá”. Y luego, están sus dulces sonrisas, sus confidencias sobre una probable
pequeña novia, e ir en bicicleta juntos en el parque.
Gabriele y yo, consideramos a Elías como un don
único.
Esta es nuestra primera
Navidad en casa y estoy segura que será una experiencia maravillosa…
fuente: Sename. Programa de acompañamiento a familias adoptivas
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http://ciperchile.cl/2016/08/30/tribunales-de-familia-las-graves-deficiencias-del-sistema-de-peritos/
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